La diabetes nos toca a todos. Si usted personalmente no tiene problemas con la enfermedad, es probable que conozca a alguien que haya sido diagnosticado como tipo 1, tipo 2 o incluso prediabético. De hecho, según Federación Internacional de Diabetes, se estima que alguien morirá de diabetes o sus complicaciones cada siete segundos, y el 50 por ciento de esas muertes (4 millones por año) serán menores de sesenta años. El conocimiento popular avanza que el azúcar es el adversario de los diabéticos, pero los investigadores han descubierto que los altos niveles de consumo de proteínas también están fuertemente asociados con la aparición de prediabetes y tipo 2. A nuevo estudio ha profundizado más en el tema de las proteínas y la diabetes para determinar si la fuente de proteínas es importante, y los resultados concluyen que ciertamente sí.
Se demostró que la proteína de origen animal, específicamente la de la carne, el pescado y los lácteos, aumenta significativamente el riesgo de prediabetes y tipo 2, mientras que las proteínas de origen vegetal no tienen un efecto estadísticamente significativo en la promoción de esta enfermedad.
El estudio, "Asociaciones de proteínas dietéticas específicas con resistencia longitudinal a la insulina, prediabetes y diabetes tipo 2: el estudio de Rotterdam", analizó datos de 6,822 participantes en el transcurso de 17 años. El objetivo era observar el inicio y la progresión de la enfermedad en individuos que no eran diabéticos o simplemente prediabéticos. Antes del estudio, se utilizaron cuestionarios alimentarios para medir la ingesta de proteínas de cada participante y analizar los hábitos de consumo. Se tomaron medidas adicionales para ajustar variables que incluyen muestras de sangre en ayunas, registros de farmacia, hábitos de fumar, circunferencia de la cintura, antecedentes familiares de tipo 2, frecuencia de ejercicio y más. En esencia, la investigación fue exhaustiva. El estudio concluyó con 931 casos documentados de prediabetes y 643 casos de tipo 2.
Al analizar las fuentes de la ingesta de proteínas de cada participante, los investigadores encontraron que la evidencia era definitiva: mayores cantidades de proteínas de la carne, el pescado y los lácteos aumentaron drásticamente el riesgo y el diagnóstico final de diabetes. En un modelo, reemplazar solo el cinco por ciento de la ingesta de carbohidratos de un participante con lácteos aumentó el desarrollo de prediabetes en un 26 por ciento, lo que demuestra que incluso cantidades moderadas de lácteos pueden socavar en gran medida la salud a largo plazo. La proteína de origen vegetal, ya sea de vegetales, frutas, legumbres, nueces o granos, favoreció resultados de salud en general más positivos.
Se ha dicho que no todas las proteínas son iguales, y este estudio revelador respalda esa afirmación. Las proteínas de origen animal, como las proteínas que se encuentran en los lácteos, pueden afectar negativamente la salud humana. Sacado a la luz por Dr. T. Colin Campbell a través del programa El estudio de China—El análisis más completo de nutrición y enfermedad— la proteína animal también se ha relacionado con un mayor riesgo de cánceres hormonodependientes. La verdad es que no conocemos todas las formas en que la proteína de origen animal nos afecta, pero cada vez más investigaciones sugieren que puede estar haciendo mucho más daño que bien. Por el contrario, las proteínas vegetales continúan demostrando ser fuentes benignas de este nutriente esencial.
Como consumidores, todos tenemos una opción. Podemos optar por tomar riesgos que pongan en peligro nuestra salud y la salud de nuestras familias, o podemos elegir un producto más seguro que brinde lo que necesitamos sin efectos secundarios potencialmente crónicos. En un mundo donde abunda la variedad, los lácteos simplemente no tienen sentido.